Las PYMES españolas enfrentan en la actualidad desafíos complejos en varios ámbitos que requieren de atención inmediata y al mismo tiempo. En efecto, la incertidumbre de la situación nacional se suma a la improrrogable transformación digital y a la imperiosa necesidad de incrementar las ventas.
Por otro lado, es evidente que las expectativas y requerimientos de los clientes evolucionan de manera vertiginosa al día de hoy, gracias a Internet. En consecuencia, actualizar los conocimientos, investigar e innovar son acciones de las que depende la supervivencia de las compañías.
Probablemente, a muchos directivos les parezca difícil asumir y resolver tantas situaciones complicadas desde una perspectiva holística y de una vez.
Sin embargo, tales retos no admiten retrasos, por lo que la capacidad de gestión de los pequeños y medianos emprendedores debe ponerse a prueba.
Como veremos más adelante, contar con un partner tecnológico adecuado puede apoyar de forma contundente la planificación y ejecución de esfuerzos en este sentido.
Hace poco, Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, advirtió que la economía nacional entró en desaceleración a causa de la incertidumbre política. Asimismo, BBVA Research pronostica una caída de tres puntos en el PIB y una pérdida de hasta 200 mil empleos por la misma razón.
Mientras, con unas nuevas elecciones generales muy próximas, las encuestas no muestran cambios significativos en la intención de voto. Por tanto, aún luce difícil llegar a un acuerdo entre los partidos para formar gobierno. Igualmente, los desequilibrios comunes de la economía española y variables externas como las medidas proteccionistas en Estados Unidos y el Brexit, provocan mayor contracción productiva.
Visto así, las PYMES españolas deben enfocarse en el mercado local y hacer más uso de los datos para prever tendencias de consumo. De esta manera, es factible anticiparse a las necesidades de los usuarios con nuevos productos y/o valores añadidos que refuercen la oferta presente. Casi siempre, en épocas de imprecisión en el plano político, la demanda se contrae, por lo que afianzar la fidelidad de los clientes adquiridos es prioritario.
Paulatinamente, el Big Data y las herramientas de analítica avanzada son utilizados por cada vez más empresas para captar información medular sobre los clientes. Así, hábitos de compra y comportamientos de consumo se monitorizan para decidir la introducción de mejoras en la oferta y el diseño de nuevas estrategias. Por tanto, este conocimiento del cliente es una ventaja competitiva e implica un desafío para los sistemas productivos y los modelos de negocios existentes.
De hecho, al mejorarse la conectividad a Internet, los consumidores investigan más sobre sus necesidades, comparan no sólo precios, sino también aspectos de valor. En este punto, es vital que el marketing aporte orientación al cliente potencial en la definición de sus requerimientos y de los detalles implícitos en estos. Precisamente, los contenidos relevantes y de calidad deben guiar con precisión al cliente potencial a lo largo del embudo de conversión.
Entonces, mientras más conocimientos tengan las PYMES españolas del usuario que visita sus puntos online y offline, más posibilidades tendrán de lograr ventas y fidelización.
Evidentemente, la coyuntura exige a las PYMES españolas fortalecer y actualizar la productividad; esto implica esforzarse por mantener a los mejores trabajadores en la plantilla. En términos prácticos, enfrentar este desafío requiere de una revisión sincera de las políticas de motivación, formación continua y desarrollo profesional dentro de las compañías.
A los efectos, iniciativas como Vodafone Lab, constituyen un apoyo adecuado a las acciones formativas llevadas a cabo por pequeñas y medianas empresas. Por cierto, sobre el citado programa dijimos en un artículo anterior que el mismo está dedicado a la capacitación y análisis para la transformación digital. Es decir, centra su interés en un tema de inminente e inevitable abordaje por parte de las PYMES.
El Brexit y las medidas proteccionistas de la administración Trump en Estados Unidos claramente han impactado en la desaceleración económica española. No obstante, es importante recordar que la zona euro tampoco vive un buen momento. En este sentido, basta observar la ralentización del PIB experimentada por Alemania -la economía más fuerte de la UE- y la crisis política en Italia.
Ciertamente, estas realidades están frenando los planes de internacionalización no sólo de medianas, sino también de grandes empresas. Aun así, tanto la expansión fuera de nuestras fronteras como la posibilidad de asumir otros ámbitos productivos son alternativas consideradas por muchos emprendedores.
De acuerdo con lo anterior, las alianzas estratégicas con otras compañías podrían ser opciones para no descartar la diversificación y la internacionalización de algunas PYMES españolas. Por otro lado, los proyectos colaborativos o en joint-venture retan la experiencia y madurez de las compañías.
Por eso, creer que la inversión en investigación y desarrollo I+D es exclusiva de las grandes corporaciones, denota una visión muy limitada de las posibilidades de una PYME. Más aún, en este aspecto las pequeñas y medianas empresas tienen una de las mejores opciones de consolidación y crecimiento.
Además, la exploración de potenciales nichos de mercado y el lanzamiento de prototipos bajo la metodología Lean son otras maneras de conocer las necesidades del cliente. Asimismo, prueban la capacidad de la empresa para innovar a bajo coste e introducir mejoras en función de los requerimientos de los usuarios.
Lógicamente, la transformación digital de las PYMES no se limita a la adquisición de equipos de última generación y a su presencia en Internet. Esto es, dicha conversión resulta más compleja, teniendo en cuenta la importancia que está adquiriendo la captación e interpretación de datos.
De la misma forma, es preciso considerar que el funcionamiento de muchas empresas depende de la adecuada monitorización de su cadena de suministro.
Complementando lo anterior, implementar la transformación tecnológica implica buscar la asesoría más completa y las soluciones que se adapten a los objetivos de la compañía.
En este particular, Vodafone, mediante su distribuidor autorizado RedNew, es capaz de proporcionar diversas herramientas avanzadas. Entre ellas, las de Big Data mediante geolocalización, Internet of Things -IoT- para conexiones M2M y monitorización de flotas de transporte.
Obviamente, todos estos recursos están respaldados por la poderosa plataforma de conexión de la multinacional de telecomunicaciones, pionera en la introducción del 5G en España. Del mismo modo, Vodafone y RedNew ofrecen a las PYMES españolas asesoría y apoyo técnico de verdaderos profesionales en el área.
Como hemos visto, la comunicación y la conectividad eficientes son imprescindibles para las PYMES en sus esfuerzos por asumir los retos que planteará el cercano 2020. En tal sentido, contar con partners digitales como Vodafone y RedNew puede marcar una diferencia enorme.
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