Gracias a la robótica y a la inteligencia artificial existen hoy día dispositivos capaces de mantener una «conversación» y ejecutar órdenes verbales, siguiendo un patrón mecánico de estímulo y respuesta. Sin embargo, la tecnología tiene aún un largo recorrido hasta lograr que un robot «interactúe» verdaderamente con personas, expresando emociones y utilizando un recurso tan natural como la comunicación no verbal.
Esta facultad de emitir y retroalimentar mensajes sin palabras, empleando gestos y posturas, no posee una gramática con reglas estrictas ni un código preciso de interpretación. Sin embargo, es parte fundamental de las habilidades sociales de los seres humanos y de la mayoría de las especies animales.
Muchos especialistas afirman que la comunicación no verbal representa el 60% de la comunicación entre las personas. Es decir, quienes participan en un diálogo u otro tipo de interacción verbal, tienden a enfocar su atención en la expresión facial, el tono de voz y los movimientos del interlocutor, más que en el mensaje.
En este sentido, estudiar la comunicación no verbal y practicarla de manera adecuada ayuda a incrementar la eficiencia de la comunicación en el ámbito empresarial, tanto en la interacción con clientes como dentro del grupo de trabajo. A continuación, exponemos algunas recomendaciones que pueden resultar útiles para este propósito.
Claves de la comunicación no verbal
Observar los gestos
Durante entrevistas y reuniones de trabajo, cada interlocutor emite gran cantidad de información con sus gestos, posturas corporales y tono de voz. Observar cuidadosamente estos aspectos permite reconocer si están de acuerdo o no con el discurso que emiten, si les interesa el motivo del encuentro o rechazan algún punto de vista. Además, prestar atención a los comportamientos inconscientes de otros permite optimizar la propia capacidad de utilizar el lenguaje no verbal.
Controlar el tono de voz
El tono de voz es muy importante porque transmite el estado de ánimo del que habla: sea entusiasmo, desinterés o enfado. El volumen e intencionalidad de la voz influye en las respuestas de los interlocutores. Por eso es necesario estar atentos al feedback en las reuniones con el equipo de trabajo o los clientes. De este modo, se podrá mejorar o cambiar este aspecto de acuerdo a las circunstancias.
Utilizar las señales adecuadas, esencial en la comunicación no verbal
El lenguaje no verbal es el apoyo por excelencia del lenguaje verbal; ambos son imprescindibles para emitir un mensaje. Es necesario practicar constantemente la propia comunicación oral con un lenguaje corporal que refuerce el contenido que se quiere transmitir.
Un recurso muy común es el uso de las manos para hacer énfasis en los puntos principales del tema. En este sentido, los movimientos deben ser sutiles y naturales.
También es primordial controlar los tics nerviosos, como manipular el bolígrafo u otros objetos, que pueden considerarse como una falta de respeto al interlocutor.
La expresión facial
Actitudes como el interés, el miedo o el aburrimiento se hacen evidentes en el rostro. La expresión facial es una de las señales más notorias del lenguaje no verbal, porque es capaz de reflejar lo que siente una persona. En una reunión de trabajo o en una entrevista con un cliente potencial se puede captar en buena medida la importancia y el grado de atención que los interlocutores dan al tema tratado. De acuerdo con esto, es básico mantener una coherencia entre el mensaje verbal y la emoción que muestra la cara.
En este mismo sentido, la expresión facial manifiesta el nivel de empatía que tiene un manager en el momento de escuchar los planteamientos de sus colaboradores: cuando la misma se combina con una mirada atenta y ligeros movimientos de cabeza afirmativos, puede interpretarse que el director sigue con interés lo que exponen los trabajadores.
El contacto visual
Cuando una persona habla o escucha a su interlocutor sin mirar directamente a los ojos de este, emite una señal que puede ser interpretada como la intención de evadir el tema, mentir u ocultar algo. Pero el exceso de contacto visual se puede percibir como un deseo de intimidar o confrontar al otro. La mirada hacia el que habla o escucha debe ser relajada y atenta a la vez, lo suficiente para hacerle entender que se le toma en cuenta.
La postura
Una postura corporal adecuada es primordial para proyectar liderazgo y empatía, así como el interés con el que se aborda el tema de una reunión o conversación. Es necesario practicar regularmente los siguientes ejercicios, hasta que se conviertan en hábito:
- Mantener los hombros alineados y relajados.
- Erguir la cabeza, cuello y hombros, pero sin rigidez.
- Colocar la espalda en posición recta.
También es importante deshacerse de costumbres como apoyarse sobre la mesa y recostarse sobre la silla, ya que reflejan desinterés y generan desconfianza.
Cuando la comunicación no verbal es confusa
Es habitual que una persona no utilice las palabras ni los gestos adecuados para expresar sus ideas. En esta circunstancia, es procedente hacer preguntas o reinterpretar lo dicho para aclarar las dudas. Por ejemplo, se puede iniciar la retroalimentación con una frase como: “Usted quiere decir que…”
Evaluar el lenguaje no verbal en conjunto
Una postura corporal, un movimiento, o una expresión facial, por sí solos, pueden tener varias connotaciones o no tener ninguna relevancia. Agrupar las señales que identifican una actitud concreta es la manera más eficiente de captar el lenguaje no verbal. Enfocarse en un solo aspecto, como un gesto o el tono de voz, puede derivar en la interpretación errónea de lo que una persona trata de comunicar.
Utilizar una comunicación no verbal acorde a las circunstancias
Antes de emitir un mensaje debe tomarse en cuenta el contexto en el que será transmitido. Es necesario tener información sobre el tipo de audiencia, el motivo del evento y hasta del lugar donde ha de realizarse el mismo. Estas circunstancias determinarán el comportamiento, los gestos, las expresiones corporales y el tono de voz a utilizar para apoyar la comunicación verbal. De este modo, se puede decidir con certeza si asumir una actitud formal o algo desenfadada; o bien ser más didáctico y menos erudito.
Amplias posibilidades
En resumen, aprender a utilizar la comunicación no verbal y a sacarle partido se convierte en una cualidad indispensable para cualquier profesional que desee influir de manera positiva en los clientes o en su grupo de trabajo. Si quieres conocer más consejos referentes al entorno laboral, ¡descubre mucho más en RedNew!