Aun existiendo notables diferencias entre fibra y cable, la evolución de ambas tecnologías de redes ha dado grandes pasos hacia adelante en muy poco tiempo; poco más de quince años nos separan de los módems analógicos (y sus característicos ruidos) a la implementación de las diversas opciones de xDSL (ADSL y VDSL).
La velocidad que con ellas se obtiene es considerable: por lo general, de varias decenas de Mbps. Por este motivo, el despliegue en redes de fibra óptica y cable coaxial llevado a cabo en los últimos años (por ejemplo, por el sistema de redes Vodafone) acerca a las empresas la posibilidad de contar con las ventajas de estas conexiones de alta velocidad.
El hecho de que se supere el umbral de los 100 Mbps amplia considerablemente el abanico de opciones. Significa esto, que además del habitual acceso a internet, podremos contar con otros tipos de servicios a través de nuestros dispositivos conectados. Pero, ¿qué diferencias hay entre fibra y cable? ¿Cuál es mejor de las dos? ¿Qué posibilidades nos ofrecen una y otra?
La Fibra óptica: sin duda, el sistema a destacar
No hay duda de que las conexiones de fibra óptica son un medio de transmisión con unas excelentes características. De entre ellas, destacan la alta capacidad para transmitir datos, y la muy baja atenuación. Esto último permite la posibilidad de enlazar muchos kilómetros de cables de fibra óptica sin que la señal sufra apenas pérdidas de señal.
El hecho de que lo que transportan son fotones de luz, y no una corriente eléctrica, favorece que no sufran ninguna alteración debido a las posibles interferencias electromagnéticas.
Debemos saber que los sistemas habituales basados en cable de cobre, sí se ven gravemente afectados por estas interferencias.
Conozcamos qué es la fibra óptica
Se trata de un hilo fabricado con un material transparente, que por lo general es plástico, a través del cual se envían pulsos de luz. Estos pulsos de luz representan y contienen los datos binarios a transmitir. Este hecho se basa en un principio teórico conocido como Ley de Snell. Dicha ley respecto a la propagación de la luz a lo largo de la fibra óptica explica los fenómenos de refracción que la luz produce de manera diversa.
Ya se trate de un tipo de medio u otro, y con sus distintas propiedades físicas, el valor y la conducta de esta refracción de la luz será diferente en cada caso.
Velocidad de transmisión en la fibra óptica
Las posibilidades de velocidad de transmisión de la fibra óptica son muy elevadas, ya que trabaja con frecuencias del orden THz. Esto significa valores superiores a 100, 200 o 300 Mbps. Velocidades ofrecidas por ejemplo por el servicio de fibra óptica de Vodafone. Posiblemente el más avanzado y con mayores opciones del mercado en la actualidad.
El ancho de banda es muy amplio y esto supone una de las principales diferencias entre fibra y cable. Se ofrecen, de esta manera, canales con velocidades simétricas tanto de subida como de bajada.
La seguridad en las comunicaciones, una de las diferencias clave entre fibra y cable
En el caso de la fibra, las transmisiones no pueden ser interceptadas por un usuario ilegítimo sin que esto pase desapercibido. Sin embargo, en los sistemas basados en cable de cobre existe la posibilidad de realizar empalmes; este tipo de acciones pueden no ser detectadas ni por el receptor ni por el transmisor.
Características del cable coaxial
Los cables coaxiales transportan los datos mediante señales eléctricas, y esto es, por tanto, una de las básicas diferencias entre fibra y cable. Estos cables coaxiales son sensibles enormemente a las interferencias electromagnéticas.
Estos cables son mucho más propensos a sufrir las atenuaciones de la señal producidas por las pérdidas en el cable cuando este presenta longitudes considerables. Con el fin de conseguir que esta señal no se debilite, se hace necesaria la colocación de amplificadores de señal repartidos en cada tramo.
El cable coaxial muchas veces es la parte final de la instalación de la red
Quiere esto decir que, este cable coaxial se instala en el último tramo de la red. Estas redes se denominan del tipo HFC (Híbrido Fibra Coaxial), y en ocasiones se tratan de vender como una instalación de pura fibra óptica, pero en realidad no lo son.
En una red de fibra óptica pura, esta llega por completo hasta dentro de la empresa. Es decir, la fibra se conecta a un ONT (Optical Network Terminal). Después, éste se encarga de transformar los fotones en electricidad.
Muchas veces el router está integrado con el ONT. Si no es así, en otros casos, este se conecta mediante un cable Ethernet. El sistema utilizado por la fibra óptica pura de Vodafone, por ejemplo, responde a estas características; por este y otros motivos resulta un servicio con tanta calidad respectos a otras opciones disponibles en el mercado.
Otra de las diferencias entre fibra y cable es que, en un esquema típico de HFC, la fibra llega solo hasta un punto determinado; y posteriormente, se despliega a cada empresa por medio de cable coaxial. Por este motivo, la velocidad total de la red se repartiría entre todos las empresas que comparten esa parte de la red.
Resumen y conclusiones de las diferencias entre fibra y cable
La velocidad de transmisión también supone algo determinante entre las diferencias entre fibra y cable, resultando la fibra óptica una clara ganadora.
Las más amplias capacidades de la fibra óptica ofrecerán velocidades simétricas de más de 1 Gbps. No obstante, esta velocidad ya es ofrecida por una de las tarifas contratables de Vodafone, entre el amplio portfolio de soluciones de conectividad para empresas.